Dicho en términos sencillos, los jardines verticales son aquellos que tienen una estructura y un sistema que les permite mantener una orientación vertical. Esto significa que en lugar de estar en el suelo está sobre una pared.
Sus orígenes se remontan a los años 90 ‘s. Esto es algo positivo, ya que en el tiempo transcurrido se han hecho mejoras a estos sistemas, como veremos a continuación.
¿Por qué construir un jardín vertical?
Existen diferentes motivos por los quees preferible construir jardines verticales. Suele ser perfecto para un lugar con poco espacio. Por ejemplo, si el dueño de una casa tiene un coche y ha de elegir entre un espacio verde y un lugar para guardar el auto, seguramente optará por ocupar ese espacio para construir un garaje. Es aquí donde un jardín vertical entra en acción, pues al no tener espacios horizontales, se pueden aprovechar los verticales disponibles.
Actualmente hallamos empresas especializadas que trabajan distintos tipos de jardines verticales. Habitualmente sus diseños son funcionales y muy estéticos. Algunos son con estilos como selvático y otros tipo tapiz. Seguramente, con la gran variedad de efectos que existen hallarás un diseño que sea perfecto para tu hogar o tu negocio.
Ya que hemos hablado sobre las características y los beneficios de estos jardines, ahora nos centraremos en el coste. Sí bien es cierto que no hablaremos de precios específicos, sí veremos los puntos que se consideran para dar un presupuesto.
Coste de los jardines verticales
El primer aspecto a considerar es el sistema de riego que se usará. Existe el sistema de recirculación que reutiliza el agua, mientras que en el sistema convencional el agua que se ocupe se perderá. ¿Qué impacto tiene la elección en el coste? Un sistema de recirculación es más costoso debido a que habrá elementos que se añadirán, los cuales permitirán que el agua pueda reutilizarse; sin embargo, supone un cuantioso ahorro de agua.
También es importante considerar el tipo de planta que se usará. Esto dependerá del lugar donde se ubique el jardín vertical. Por lo general, el coste de la planta para exterior es mejor que los ejemplares que se usan para interior. Además, es importante considerar la superficie disponible. Simplemente es lógico pensar que una superficie pequeña es menos costosa que una grande, pero no siempre es así. De hecho, la mayoría de las veces funciona a la inversa, pues el coste final se irá reduciendo por m2. ¿Por qué? Pensemos, por ejemplo, en el coste de un sistema de riego. Normalmente será similar tanto para un jardín de 20 m como para uno de 500 m, por lo tanto si el presupuesto se realiza por m2, será mucho más barato si dividimos sistemas de riego en una mayor cantidad de metros cuadrados.
Por último, los jardines verticales sintéticos son una excelente opción, pues estos no requieren un mantenimiento tan exhaustivo como los naturales. Como es lógico pensar, su coste es mucho menor. En cualquier caso, el resultado será un lugar del cual disfrutar.